miércoles, 11 de febrero de 2009

EL BARCO SE HUNDE

El Plural / Artículos de opinión

JORDI GARCÍA-SOLER
11/02/2009

¡Sálvese quien pueda!

Por mucho que se empeñen los corifeos y turiferarios del PP en intentar atribuir al PSOE los muchos males que aquejan al primer partido de la oposición, lo cierto es que jamás hasta ahora, en los ya más de treinta años de nuestro actual sistema democrático, habíamos asistido a un espectáculo similar de autodestrucción de un gran partido político.
Todos cuantos habían deseado creer que en el congreso del PP celebrado meses atrás en Valencia Mariano Rajoy había logrado hacerse con el control del partido contemplan ahora, no sin desazón, que una vez más se demuestra que muy a menudo las apariencias engañan.

La realidad es siempre tozuda y acaba imponiéndose siempre. La herencia dejada por José María Aznar sigue pesando como una losa sobre el PP, en el que los más recientes episodios –el descubrimiento de una turbia y rocambolesca historia de espionaje en la Comunidad de Madrid, los nuevos escándalos de corruptelas y corrupciones de todo tipo, las muchas historias de desconfianzas, traiciones y deslealtades dentro del mismo partido- parecen diseñadas por el peor de los adversarios o enemigos del PP, aunque en realidad sean sólo la resultante lógica de los años de caudillismo rampante que Aznar impuso en el PP.

Con el reto inmediato de las elecciones autonómicas vascas y gallegas del próximo día 1 de marzo, en las que todo apunta que muy difícilmente el PP puede mejorar sus resultados anteriores sino que, muy al contrario, puede retroceder en porcentaje de votos y también en número de escaños, y ya con la vista puesta en las elecciones al Parlamento Europeo del próximo día 7 junio, se está produciendo en el PP una huida generalizada, una dejación global de responsabilidades y un enésimo intento de atribuir todos sus males a una nueva teoría de la conspiración.

Poco o ningún futuro político le aguarda a Mariano Rajoy si no es capaz de imponer su autoridad política en el PP, de una vez por todas y caiga quien caiga. Lo peor para el PP, y también para el conjunto de nuestro sistema democrático, es que no parece que ahora, tras los más recientes episodios de intrigas, traiciones y disensiones internas, quede alguien en el barco capaz de hacerse con el timón. De ahí el sálvese quien pueda que predomina ahora en las filas populares.

Jordi García-Soler es periodista y analista político

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